Creo que tras haber pasado un tiempo prudencial ya me vais conociendo. Y sí, creo en las historias de héroes, pero también en las princesas autónomas y en lo que se puede aprender de un cuento. Soy muy crítica conmigo misma y tengo una curiosa relación de apego (tal vez demasiado) por las comas. Pero lo que seguro que no sabréis hasta esta confesión es que yo también he caído en los concursos estafa y en los premios literarios trampa.
No es ningún secreto que hay editoriales que viven de lanzar colecciones a base de la ilusión de los escritores. Bajo un pretexto sencillo y un eslogan atractivo, plantean el concurso. Este tendrá un premio en mayúsculas, pero también letra pequeña que no deberíamos de ignorar. La trampa será inevitable si no se detectan unas señales previas: