Literup os trae una nueva crítica creativa (si desconoces qué diferencias hay con una reseña, este artículo es para ti).
Hoy presentamos en nuestra fantabulosa sección de críticas creativas una novela titulada Elangel Pulois, que bajo la máscara de historia detectivesca esconde un relato lleno de monstruos, naves espaciales, y antagonistas que te vuelven loco con solo mirarles el rostro.
Realizamos el sorteo de un ejemplar desde el lunes 24 de mayo hasta el lunes 31 de mayo en nuestra página de Facebook.
Como en otras ocasiones, os recordamos que estas críticas se disfrutan más si se ha leído el libro o se está haciendo lectura simultánea, para poder entender todos los elementos que aquí se explican con el texto delante. Hay un enlace a Amazon para comprar el libro al final del artículo.
Empezaremos con una breve sinopsis:
Nasser, más conocido como Elangel Pulois, ejerce como detective privado junto a Jones, una criatura demoníaca que encontró abandonada en un callejón. Tras rescatar a Violet por encargo, un caso que parecía de lo más sencillo, se tendrán que enfrentar al pasado de Jones y a su origen desconocido mientras detienen una invasión espacio-temporal.
Elmer Ruddenskjrik nació en Gijón en octubre de 1982. En torno a los 17 años empezó a redactar cuentos buscando crear historias que a él mismo le gustaría leer. Por fin, en 2013 decidió autopublicarse.
Los pros
La atmósfera
El autor maneja un estilo muy peculiar. El narrador es el protagonista, Elangel Pulois, que utiliza la primera persona y el tiempo verbal presente para llevarnos de la mano por toda la historia, contándonos directamente lo que ve, sucede y piensa.
Normalmente se critica el uso del tiempo presente, pero podemos encontrar muchos ejemplos: Los juegos del hambre o Dos velas para el diablo, que no resultan molestos en absoluto.
«Y me estremezco, no lo puedo evitar, con los globos carmesí», página 7.
Este inusual estilo, semejante a la corriente de pensamiento, sumado a la escena de acción que introduce la novela, enganchan al lector sin dificultad alguna.
El ambiente que crea el autor alrededor de los personajes es un claro ejemplo de novela negra. Parece una película detectivesca con la voz en off del protagonista en todo momento. Véase por ejemplo Sin City, o incluso ¿Quién engañó a Roger Rabbit?
Además, él mismo hace muchas referencias al mundo del cine:
«(…) travelling constante y uniforme, tanto en colores como en temática», página 38.
Aun así, el worldbuilding es casi inexistente. El lector se sitúa de forma inconsciente en nuestro mundo. Aunque eso sea prácticamente imposible, rompiendo un poco el pacto autor-lector.
Los personajes
El trato que hace de los personajes como detectives privados es bastante original y se sale de la norma. No sigue el patrón racional de Sherlock Holmes. Trabajan más bien como mercenarios o aventureros, como el detective esqueleto Skulduggery Pleasant.
«Somos detectives, sí, pero lejos de la glamurosa imagen de las películas que me gusta evocar, aquí es una profesión más parecida a la de asesino a sueldo», página 67.
El vínculo entre los cuatro personajes protagonistas no solo es fuerte en un principio, sino que la acción lo estrecha todavía más, y de forma justificada:
«Violet ha metido su cabeza por debajo de mi brazo izquierdo para llevarme hasta el portal», página 59.
Los nombres de los personajes son atractivos y fáciles de recordar. Aunque, debido a la falta de contextualización, algunos parezcan improbables, como, por ejemplo: «Kyle Avatar». Casi todos los demás nombres son ingleses, incluidos los motes utilizados.
Pero el caso más destacable es el del protagonista: se llama Nasser (nombre árabe), pero elige el nombre artístico que da título a la novela, Elangel Pulois. Una pena que pocos se refieran a él como Elangel dentro de la propia historia.
El personaje a destacar, sin embargo, es el de Jones, la criatura que acompaña al protagonista. A pesar de su aspecto único y fiero, esconde más humanidad que muchas de las personas con las que se encuentra a lo largo de la historia.
El contraste natural entre descripción física y descripción psicológica que presenta este personaje es uno de los grandes atractivos de la obra.
El mensaje
Las alusiones al comportamiento de la raza humana son acertadas. Se dan desde un punto de vista personal y justificado, fruto del momento actual en el que vivimos: decadente y nihilista (como ya predijo Nietzsche).
Asimismo, este mensaje es coherente en todo momento con lo que les va sucediendo a nuestros héroes y el discurso que se nos presenta en la historia:
«(…) tienes que ver a la gente como un enorme animal estúpido y salvaje», página 115. Elangel advierte a Jones, por su aspecto demoníaco, que podría causar malentendidos violentos mezclándose entre la multitud.
Al final este mismo mensaje moralizante será la justificación del antagonista: «Lo monstruosa que es la humanidad», página 225. Esto es lo que le lleva a querer la destrucción de la raza humana. Pero esta justificación llega un poco tarde.
Sin embargo, es de justicia afirmar que este mensaje o justificación no es una mera excusa para que se desarrolle la acción, sino que se presenta de forma coherente, como ya he dicho, con el entorno y el pasado de los personajes.
Los contra
El estilo
El estilo del autor es un estilo sobrecargado en exceso. Hay abundancia de gerundios, adverbios terminados en –mente, y frases largas.
«(…) no poca parte del agua», página 17.
«(…) exclama ella afectando sorprenderse», página 27.
«(…) excesivamente coloreada en rojo, excesivamente…», página 46.
« (…) delicadamente tallada barbilla», página 68.
La narración nos muestra demasiados detalles, y se narran todos los movimientos que hacen los personajes incluso en medio de un diálogo, de manera que en muchas ocasiones la lectura se ralentiza sobremanera:
«Se toca la hinchazón de la boca con los dedos corazón e índice», página 39.
«Tiene la cabeza en grotesca herida», página 353.
Las reformulaciones también ralentizan, por mucho que intenten dar veracidad al discurso narrativo más personal del protagonista: «Y hasta el tamaño, su estatura quiero decir, parece diferente», página 84. A esto hay que sumarle las constantes y repetitivas reflexiones del personaje principal.
Además, aunque el narrador sea el protagonista, como venimos diciendo, el autor abusa de la incertidumbre, incluso en situaciones obvias: «[…] y nos incorporamos a la circulación, creo», página 55.
Otra característica que juega en contra es la escritura atropellada. Esta provoca que el autor narre los sucesos según se va acordando de los detalles que ya ha introducido con antelación. Aunque haya una diferencia considerable de páginas entre un detalle y la siguiente referencia al mismo:
«Ella asiente en silencio un momento. Luego se toca los puntos en la ceja y suelta un humilde y tímido gracias», página 34.
La sensación es que el autor, en lugar de ir a la página correspondiente al recordar que la chica no había agradecido los cuidados e introducir esta frase, la ha incrustado donde se encontraba en ese momento y ha seguido escribiendo.
La falta de justificación
La falta de worldbuilding mencionada arriba hace inverosímiles muchas situaciones, donde se deja de lado la justificación en favor de una puesta en escena atrayente.
«Los hombres no empuñan ninguna clase de arma, pero, advirtiendo que la mayoría de ellos son japoneses, llego a la conclusión de que no las deben necesitar», página 49.
«Pienso en la guerra de hace tantos años», página 56. ¿Cuál?
A partir de la página 103 aparecen elementos sobrenaturales sin introducción previa. El género de la novela cambia y la trama también: «Al otro lado [del espejo] encontré literalmente otro mundo». El personaje El Rostro de la Locura, que aparece tres páginas antes por primera vez, afirma ser amigo de los protagonistas, cuando nadie le había mencionado hasta ahora.
Todo esto hace extraña la trama y hace que fracase la suspensión de la incredulidad. Por ejemplo, aunque en Jurassic Park existen los dinosaurios, el público no sabría qué pensar si viera una nave espacial volando por el cielo en la misma película.
Así, en la página 146, se confirma que el antagonista es El Rostro de la Locura, sin ninguna cadena causal creíble: «Esas cosas le acompañan» (se refieren a otros seres como Jones, que vienen a invadir nuestro planeta).
El propio autor dice en la página 173:
«Toda esta locura debe tener una explicación verosímil».
Y lo intenta, pero las justificaciones se nos quedan flojas debido al baile de géneros y la introducción aleatoria de elementos nuevos en la novela (un equipo secreto militar con poderes, por ejemplo).
Errores
Existe un mal uso de las mayúsculas. En un diálogo, para indicar que el personaje grita, basta con hacerlo con un inciso o signos de exclamación. Pero el uso de la mayúscula para este fin se considera incorrecto. «(…) como VOSOTROS», página 40.
Sólo: desde el año 1952 la RAE recomienda no acentuarlo.
El autor utiliza comillas inglesas en todo momento. Pero debería usar comillas latinas (las inglesas solo se recomiendan dentro de un entrecomillado previo). Las comillas se deben utilizar para remarcar la ironía, pero a veces también las utiliza simplemente para enfatizar. En ese caso se debe usar la cursiva: «“La vida es así”, parece decir»; «con cuidado, señor “psicópata”», página 47.
Los diálogos están bien escritos, excepto cuando no cuentan con un verbo dicendi. Estos se deben escribir con mayúscula y no en minúscula: «¿Por qué lo has matado? –y señalo el cuerpo», página 48.
En alguna ocasión hay un diálogo sin signos de puntuación. Suponemos que es con la intención de transcribir directamente el habla oral. Pero esto no puede hacerse en una novela:
«Violet comenta
—Menudos amigos tienes.
con un fingido tono de desaprobación», página 75.
Por último, queda decir que los signos de exclamación y de interrogación están separados de la raya de diálogo, un error muy común del corrector del procesador de textos, pero que denota la inexperiencia del autor.
Mi PoV
En esta novela encontramos los errores de un escritor novato llevados al extremo, más en la forma de escribir la historia que en la historia en sí.
El contenido es interesante pero confuso y no termina de presentarse el conjunto de una forma totalmente estructurada en cuanto a trama y a género, llevados, al parecer, por la improvisación.
Pero cada novela está escrita para un público determinado. Entretiene, y aquellos a los que les gusten este tipo de novelas sangrientas llenas de elementos extraños la disfrutarán sin lugar a dudas.
Nuestra pregunta
¿Hasta qué punto estáis dispuestos a sacrificar la perfección literaria en favor del puro entretenimiento creador?
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4 Comments
Como pille al autor… ¡¡le doy un capón, por inútil!!
No seas tan duro contigo, hombre 🙂 Todos hemos pasado por eso. Si te enseño la primera novela que escribí, seguro que te echas unas risas y mucha vergüenza ajena.
Me gusta este formato de crítica, mete el dedo donde a mí me gusta.
Muchísimas gracias, Noa 🙂 Intentamos que nuestras críticas desgranen los entresijos de cada novela, destacando lo bueno y lo malo desde el punto de vista narrativo.