Literup os trae una nueva crítica creativa (si desconoces qué diferencias hay con una reseña, este artículo es para ti)

En esta entrada analizamos La profecía de Gaia, primera novela de la saga Las fabulosas aventuras de Kiso Maravillas. Se trata de un libro repleto de fantasía pensado para niños a partir de once años.

Realizamos el sorteo de un ejemplar desde el lunes 21 de marzo hasta el lunes 28 de marzo en nuestra página de Facebook.

Como en otras ocasiones, os recordamos que estas críticas se disfrutan más si se ha leído el libro o se está haciendo lectura simultánea, para poder entender todos los elementos que aquí se explican con el texto delante. Hay un enlace a Amazon para comprar el libro al final del artículo.

Críticas creativas: La Profecía de Gaia

Empezaremos con una breve sinopsis:

En La profecía de Gaia, se nos relatan las diferentes formas en que los seres vivos del planeta Terra se enfrentan a una inexplicable subida del nivel de las aguas, tal que llega a cubrir todo rastro de tierra firme. Los Plataformianos, los Escalofrío y los habitantes del mundo submarino luchan por la supervivencia en este nuevo mundo acuático mientras intentan, cada uno por sus medios, dar con una solución definitiva a este gran problema de convivencia.

Isabel de Navasqüés y de Urquijo (Madrid, 1978) es licenciada en Periodismo y en Comunicación Audiovisual. Publica su primera novela tras más de diez años trabajando en distintas ramas de la comunicación y de las artes.

 

Los pros

La voz de Kiso

En La profecía de Gaia la exposición de lo que acontece es clara. Cada párrafo maneja por lo general una sola idea, que se sintetiza mediante frases-resumen tajantes y directas, estratégicamente colocadas. Este modo de relatar la historia da lugar a un ritmo narrativo que puede seguir cualquier lector. La información se va engranando capítulo a capítulo hasta terminar mostrando, al final, el puzle diseñado por la autora.

Es fácil asimilar cada concepto introducido en la historia, pues todos están ampliamente desmenuzados. Las motivaciones de los personajes, que son verdaderos crisoles de emociones, en ocasiones contradictorias, otorga realismo a sus decisiones.

“Existía una nueva generación de Escalofrío que […] se cuestionaban la particular forma de vida que habían adquirido sin desearla y perdieron la fe y la ilusión por construir un futuro dentro de la colonia de hielo. Estos chicos no conocían ni la tierra ni las plataformas ni ninguna otra realidad que no fuese el frío hielo y las galerías congeladas. No gozaban de recuerdos en los que refugiarse cuando la desazón se infiltraba en sus corazones”.

Además, la narradora aporta su peculiar sentido del humor al texto, incluso en momentos de cierta carga dramática. Esta mezcla agridulce alumbra pasajes de gran calidad, como este:

“Poma hizo un rápido acopio mental de cada una de las enseñanzas que todavía no había transmitido a su hijo, de todas las alabanzas que no le había celebrado, de todas las despedidas que nunca había concebido e intentó transmitírselas por telepatía en este último momento. Muy a pesar suyo, el estudio de esa ciencia también se le había quedado en el tintero. Iba a morir y no se había preparado para ello”.

 

Un mundo lleno de personajes

Los personajes de los que habla el libro viven en un mundo oscuro, complejo, lleno de pruebas que superar. Luchan por hallar su destino, su rol en la historia, lo que se espera de ellos por parte de sus seres queridos para lograr que sus familias sobrevivan y prosperen.

En la novela se tratan temas como la necesidad de sacrificio personal en pos del bien común y la importancia de asumir responsabilidades y mantener la lealtad a la familia o al círculo social al que pertenezcan.

“¡La familia unida, jamás será vencida!”, el lema que define a los Escalofrío.

El mensaje global no es ecologista (afirmar lo contrario sería defender que el Diluvio bíblico tiene también un mensaje ecologista). El respeto que sienten los protagonistas por toda forma de vida es un gran valor añadido a la obra.

“–Lo único que le pido a cambio –interpuso el gran monarca–, es que funde una escuela. El número de libros que consulte deberá ser igual al número de alumnos que instruya”.

La sensación de peligro que sobrevuela cada página de La profecía de Gaia consigue imbuir una valiosa seriedad. Es un contrapunto muy necesario dada la tremenda cantidad de fantasía que sostiene la historia.

“Cuando Margarita celebró su catorce cumpleaños era una joven alegre que montaba a caballo por las mañanas y acompañaba a su abuela a la peluquería los miércoles. Al cumplir los diecisiete su madre murió de pena y su padre le ofreció un mendrugo seco de pan donde soplar una vela torcida”.

 

El poder de la fantasía

La historia que se nos cuenta es un continuo estímulo para el lector. Deberá forzar al máximo su suspensión de la incredulidad para poder disfrutar del libro. Esto no debería ser un problema para el público juvenil al que va dirigido la novela. Sin embargo,la  hará tambalear los cimientos del lector adulto.

En Aqua los animales aprenden a respirar bajo el agua, donde tranquilamente charlan entre ellos y con los humanos que allí moran. También en Aqua hombres y delfines pueden mezclarse y tener descendencia.

“Pero los humanos de la Tierra tenían un grave problema, tan grande que les costaría la vida. No poseían fantasía”.

Y es que la fantasía es el motor y corazón de la novela. Es una fantasía, por cierto, libre de cualquier tipo de magia. Se trata de una característica intrínseca al mundo en que viven los personajes y que estos aceptan sin preguntarse cómo o por qué suceden las cosas que suceden.

“Tal y como su voz interna le había indicado, no ofreció ninguna resistencia a lo que le sucedía y de improviso, advirtió que estaba respirando agua por la nariz como si de aire se tratara”.

La fantasía está presente hasta en las palabras empleadas por la narradora. No es raro encontrarse con términos inventados o expresiones cotidianas adaptadas a la vida submarina. Queda a discreción de sus lectores juzgar lo acertado de cada una de ellas.

“Apretó el nado lo más veloz que pudo”.

 

Los contras

Coherencia y criterios

La narración, aunque está adaptada a sus potenciales lectores juveniles, esconde graves carencias e inexactitudes expresivas y de diseño de la trama. Los lugares comunes, muletillas, frases hechas, y otros vicios del lenguaje, además de incontables errores de revisión, campan por toda la novela.

Abundan los adverbios terminados en –mente y no es raro encontrarse alguna falta de ortografía o cambios de criterio en cuanto al uso de mayúsculas, uso de sistema medidas de longitud, acompañamiento del artículo en ciertas palabras o expresión de la onomatopeya de la risa (jaja, haha, ja, ja).

“(…) le abordó repentina y violentamente. Se alarmó tristemente pues estos sentimientos lo transportaron directamente a aquel día.”

La autora parece desconocer el significado de algunas de las palabras y expresiones que utiliza, resultando frases incongruentes que deslucen la narrativa empleada.

“El anciano debía mostrarse tajante, pero convincente”, tajante y convincente son casi sinónimos.

“No molestó a nadie durante su transcurso y nadie lo molestó a él”, transcurso no es sinónimo de paseo.

“del espacio y el tiempo”, la narradora utiliza esta expresión catorce veces durante la novela (y una más en los AGRADECIMIENTOS).

“A pesar de que parecía que eran años desde la reunión de esa mañana, no habían transcurrido más que unas horas, unas horas en las que Árbol había envejecido años”, podría decirse más alto, pero no más enrevesado.

“Tartaruga era el ser dotado del sistema nervioso central más antiguo de toda la composición del planeta (nunca llegaría a la edad de algún árbol o una montaña pero eso son formas de vida contemplativas, superiores a los seres con intercambios de fluidos calientes, así que no cuentan)”, párrafo lleno de contradicciones.

 

Errores ortotipográficos y de estilo

También se equivoca con frecuencia en la elección de los demostrativos apropiados al tiempo verbal de la acción, e incluso en los verbos, cambiando a presente en frases iniciadas en pasado.

“En este momento, Palmiro descubrió la gran capacidad narrativa que poseía”, ese momento.

“El frisbee de porcelana se estampó contra la cara del malvado, abriéndole con el canto una brecha en la frente y la cara sangra mucho”, error de concordancia.

Destaca especialmente un incomprensible problema con los puntos que preceden oraciones exclamativas e interrogativas: faltan casi todos. También llama la atención el mal uso de las comas en ciertos pasajes y errores en el uso del guión en los diálogos.

” (…) manera tan alegre ¡Esto es una tragedia!.”, doble problema con los puntos.

“–No digas, sandeces, Mándorla, tu madre es tan”, problema con las comas.

” (…) se fabricará unas botas–, Poma relataba mientras”, problema con los guiones.

” (…) la ley universal que reza: Toda acción produce una reacción”, mayúscula tras dos puntos.

Tampoco la maquetación se ve libre de errores. Falta un capítulo en el índice, hay un problema de edición con la dedicatoria. Y el texto introductorio es una cita, firmada por otra cita, que a su vez está refrendada por otra cita.

Además, al último capítulo se le ha dado el título de ANEXO.Bien podría ser un epílogo, ya que “anexo” se usa habitualmente en informes, documentales o trabajos académicos, no en novelas de ficción.

 

Otros problemas de la narración

En el capítulo I se narra una escena especialmente dura. Está descrita de forma innecesariamente explícita, inoportuna en un libro dedicado a niños de 11 años. Tomando como ejemplo esta misma escena se percibe uno de los fallos de diseño del libro. ¿Cómo está al corriente Kiso Maravillas, la narradora, de detalles y circunstancias de la historia que ni siquiera los personajes conocen?

Kiso afirma que nos cuenta la historia de su linaje “tal como a ella se la han transmitido”. Pero eso no es cierto. Kiso actúa en realidad como un narrador omnisciente. Probablemente es un intento de dar presencia en el libro al personaje que da nombre a la serie.

No terminan ahí los problemas, pues cuando en el ANEXO se nos muestra por fin a Kiso como protagonista de la acción, la narración prosigue en tercera persona. Mantiene las mismas características definitorias de la forma de narrar de Kiso.

Esta falta de precisión en la perspectiva se manifiesta también en algunos fragmentos. Los personajes parecen conocer hechos ajenos a ellos solo porque la narradora sí se los ha contado al lector.

 

La oraciones impersonales

Otro desliz que la autora comete a lo largo de la novela es el de abusar de oraciones impersonales. Al carecer de sujeto o ser este genérico, alejan al lector de la acción. Es como si lo relevante fuese el hecho de que alguien está contando esta historia (de nuevo aparece la sombra de Kiso) y no la historia misma.

No se paraba a descansar, sólo se reposaba tras las nueve horas de marcha establecidas.

Entre los de arriba y los de abajo se podía distinguir cada tipo de reptil, ave, mamífero, pescado o insecto que hubiera existido en este mundo.

Por último, en algunos pasajes se entremezclan los pensamientos de los personajes con juicios de la narradora. No es sencillo distinguir dónde termina la personalidad de algún protagonista y dónde empieza la de Kiso.

Árbol no sería ningún experto en interpretación de emociones pero era capaz de intuir miedo, rechazo y discrepancia ¿Qué querría decir todo esto? Por favor, necesitaba algún tipo de aclaración.

Árbol acató la medida desproporcionada que la comunidad le exigía y tampoco le importó.

 

Antagonistas y peligros

Uno de los puntos flojos de La profecía de Gaia es que la historia carece de antagonistas, que se echan de menos en un libro juvenil. Los personajes se enfrentan a grandes retos, aunque en ocasiones cuesta mucho empatizar con esas amenazas.

En el capítulo VI los seres submarinos emprenden una gran migración al Valle Secreto para protegerse de los plataformianos. Sin embargo, no queda claro qué peligros representan los humanos ni por qué esa localización en concreto les brindaría mayor protección que cualquier otra.

Luego, en en capítulo XIV los seres submarinos intentan encontrar una solución al problema que supone la llegada de unas grandes lluvias. Pero es complicado para el lector imaginarse qué amenaza supone un diluvio para un habitante de las profundidades.

 

Los protagonistas

Si la ausencia de antagonistas es notable, la de un personaje protagonista es inexcusable. Por si fuera poco, todos los personajes importantes en la trama responden a dos arquetipos muy reconocibles. A lo largo de la novela nos encontramos con tres maestros-ancianos-mentores y tres jóvenes-con-un-destino-que-cumplir.

Árbol, el primer candidato a protagonista, fallece por hipotermia en el capítulo XV sin haber realizado ninguna acción reseñable en la novela. A pesar de ello, es calificado como un personaje “legendario” por la narradora.

Cian, que aparece en capítulo III, va adquiriendo importancia a medida que avanza la trama hasta convertirse en la salvadora del planeta. Este personaje reúne todos los atributos propios de un buen protagonista, excepto uno: no tiene un objetivo claro. Siguiendo “corazonadas” se presenta en el lugar apropiado en el momento adecuado. Una vez allí, y solo gracias a la intervención de otro personaje, descubre que puede restaurar el equilibrio del planeta.

Por último, ningún miembro de la familia de los Escalofrío aparece en más de tres capítulos.

 

Cronología y distancias: jugando con los números

  • Si analizamos las pocas referencias temporales que se dan en La profecía de Gaia, comprobamos que Cian se queda embarazada a los 12 años, la mitad de la edad de Árbol, su pareja.
  • Aunque la historia de los Escalofrio se narra de forma paralela a las aventuras de los seres submarinos, no han podido ocurrir al mismo tiempo, ya que, cuando se cruzan ambas tramas, en una de ellas han transcurrido dos generaciones mientras que en la otra apenas 20 años. Esto es un problema importante porque se supone que ambas parten de un mismo fenómeno global, a saber, cuando los ríos se desbordan y ocurren las inundaciones.
  • Se desprende del texto que Cian es capaz de dar la vuelta al planeta nadando en 4 días.
  • A veces la narradora sitúa hechos recientes, contemporáneos para los personajes, en un pasado remoto o desconocido.

 

Genética fantástica

Incluso en la mayor de las fantasías debe haber cierta coherencia interna, unas pautas que el lector pueda seguir. Por esa razón es importante repasar concienzudamente cada dato que se le aporta al lector y discriminar entre la lógica y la fantasía.

La narración justifica, aludiendo a la genética o la evolución, circunstancias propias de la fantasía, como el mestizaje espontáneo entre delfines y humanos.

(…) ahora debía nadar al ritmo de un avance en mutación genética, el híbrido entre un humano y un delfín.

El efecto de tales intentos suele ser un batiburrillo pseudocientífico que confunde al lector sobre cuales son las leyes naturales en el planeta Aqua. La razón por la que la autora tiene este problema es que la gran mayoría de hechos fantásticos que ocurren en el libro son inéditos en el mundo que describe.

Los personajes pasan de tener vidas corrientes a poder hablar con los animales. Su reacción ante tales hechos cae más cerca de la indiferencia que de la sorpresa.

 

Argumento y mensaje

La mitad de los capítulos de la novela están dedicados a la familia Escalofrío y narran sus peripecias para sobrevivir a la gran inundación. Estos capítulos cuentan con un puñado de personajes interesante. Pero a fin de cuentas todos ellos son argumentalmente irrelevantes para la trama.

No existe apenas interacción entre esta trama y la de los seres submarinos. Podríamos borrar todos sus capítulos y la historia global, así como el desenlace, no cambiaría en absoluto.

Los personajes submarinos resuelven sus problemas a través de corazonadas, voces interiores o descubrimientos casuales, lo cual resta fuerza e importancia a sus decisiones.

Ningún personaje evoluciona o recibe una lección vital. En todo momento hacen lo que se supone que deben hacer para que, de alguna manera, ocurra lo que ha de ocurrir. Incluso el amor entre Árbol y Cian surge sin más, de un flechazo, sin haber cruzado palabra.

Si el argumento es difuso, el mensaje todavía lo es más. Gaia, la voluntad del planeta Terra/Aqua, ahoga a los humanos para salvarse a sí misma. Luego deja que la tierra vuelva a emerger y que los supervivientes inicien una nueva vida.

Se trata de un borrón y cuenta nueva planetario en el que los personajes pintan poco o nada. No parece influir ni que los humanos antes de las inundaciones fuesen malvados ni que los supervivientes fuesen mejores que ellos luego. De hecho solo Cian es consciente, en parte, de por qué sucede lo que sucede.
Críticas creativas: La Profecía de Gaia

Mi PoV

En resumen, aunque los personajes protagonistas se comportan conforme a valores elevados como la justicia o la bondad, el lector no logra extraer un aprendizaje o moraleja de sus aventuras. Porque no son esas cualidades, sino la fortuna, en forma de presentimientos, augurios o una profecía, lo que los salva.

También cabe destacar que, a pesar de que el subtítulo de la novela anuncie “Las fabulosas aventuras de Kiso Maravillas”, lo que se narra, principalmente, es la historia de cómo se conocieron sus abuelos, lo cual no es muy honesto con el lector.

 

Nuestra pregunta

¿Cómo utilizarías la fantasía para crear una historia con mensaje?

 

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Author

35 años. Biólogo y escritor.

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