Si la organización de tu novela te trae de cabeza, tengo dos cosas que decirte. La primera es que te compres una buena agenda. La segunda es que te aprendas la palabra «escaleta» como si fuera la tabla periódica.
Escaleta: qué es y cómo puede ayudarte
La escaleta no es más que una herramienta organizativa que te permitirá escribir con una rapidez mucho mayor. ¿El motivo? Con este guion de tu historia conseguirás tener una orientación mejor marcada para escribir. Será tu camino de baldosas amarillas hasta terminar la novela.
Esto no significa que una escaleta sea la solución a todos tus problemas de escritura. Pero, eso sí, es más que probable que te ayude a continuar tu historia correcta y ágilmente.
Además, cuanto más rápido necesites que esté acabado tu texto, más importante será para ti. No es lo mismo cuando tienes una entrevista de trabajo en media hora encontrar un lugar que no conoces que si has quedado con tus colegas y no tienes prisa, ¿verdad? Será tu Google Maps de la narrativa.
La escaleta te servirá para ser capaz de concretar e ir al grano en los momentos en que sea necesario. O, por el contrario, recrearte en las descripciones abstractas cuando tengas que hacerlo.
Cómo armar tu historia
Es el esqueleto de tu novela, creo que eso ya lo has comprendido. Por este motivo, está compuesta de varios niveles. Es especialmente interesante dividirla en escenas, como en una película, o en capítulos, como será en tu novela. Es un momento excelente para poner a prueba el worldbuilding de tu novela. Ya que, cuanto más completo sea, más sencillo será crear tu escaleta.
No podemos decirte qué es lo mejor para hacer tu esquema. Es algo personal y diferente para cada escritor. Sin embargo, podemos dividir las escaletas en dos tipos: la técnica y la literaria. La principal diferencia se basa en qué predominará a la hora de dividir los puntos.
La escaleta técnica
Este tipo de esquema responde más a la ubicación, personajes u otros elementos que al argumento de la historia. La escaleta técnica es perfecta para ti si no tienes del todo claro cómo escribir cada capítulo y necesitas una guía.
Es decir, es la mejor para aquellos escritores que necesiten tener un esquema muy bien definido de cada momento de la historia. Especialmente recomendable si tu novela se desarrolla en varios puntos a la vez o con distintos narradores.
En el caso de Canción de hielo y fuego de George R. R. Martin, seguro que el autor se ayuda de una escaleta técnica. Y si no, debería hacerlo porque escribiría con mucha más rapidez. Tierra de sombras, de Elizabeth Kostova, también es un ejemplo perfecto de la escaleta técnica, ya que mezcla dos narradores y dos tiempos muy distintos.
Los elementos fundamentales son aquellos que tú como autor consideres que necesitas conocer todo el tiempo. Los personajes, el lugar en que se encuentran o en qué momento de la historia son algunos de los puntos fundamentales. Incluir, eso sí, el objetivo o lo que necesitas contar en ese capítulo también te va a ayudar mucho a la hora de redactarlo.
La escaleta literaria
Este es el tipo perfecto para aquellos autores que conocen en todo momento qué sucede en su historia. Esta escaleta es perfecta para una novela lineal.
En ellas debes dejar muy claro qué tiene que suceder en cada capítulo. Más importante es el argumento y cumplir con una serie de propósitos de la historia que dónde se encuentre el protagonista en la página 56.
Lo cual no significa que en tu esquema no añadas puntos o referencias a aspectos técnicos. Al fin y al cabo, se trata de tu historia y debes poner todo aquello que necesites en tu escaleta.
Una novela perfecta para este tipo de historias puede ser La ciudad de las sombras de Victoria Álvarez.
De menos a más
Sea como fuere, las escaletas son un arma organizativa. Pero como todo aquello que te puede servir, es mejor que las trabajes correctamente. Poco va a ayudarte si no la creas de la manera adecuada.
Para eso, lo mejor que puedes hacer es ir de menos a más. Es decir, comienza por un esquema en el que casi solamente menciones los aspectos a tratar. Después, ya sea con la redacción comenzada o en una segunda vuelta, amplía los datos de tu escaleta.
De este modo, cuando la necesites la tendrás tan completa como creas que pueda hacerte falta. Especialmente si vas a presentarte a alguno de nuestros 52 retos de escritura o para el NaNoWriMo del año que viene.
¿Y si no es una novela?
Pero claro, tú querías escribir un esquema de tu relato y te has encontrado con un artículo sobre las escaletas en las novelas. No temas, en un relato se pueden aplicar estas mismas reglas. Al fin y al cabo, tu historia es mucho más breve, aunque hay cada relato y cada novela por ahí que no se echan demasiado.
Si quieres hacer una escaleta de tu cuento te recomendamos que sea de tipo literario. Claro que mi recomendación personal es que la escritura de un relato (que no la corrección) no debe sobrepasar el tiempo de lectura.
La gracia que tiene un relato es exactamente lo inesperado y espontáneo que es. Si marcas excesivamente cada punto puede perder frescura. De igual modo te digo que un esquema en que apuntes qué va a suceder puede ser de mucha ayuda si no sabes por dónde tirar. Intenta ser organizado y espontáneo a la vez. No es nada difícil, ¿verdad?
Tu escaleta es tu mejor arma
No te dejes vencer por un texto que parece que no lleva a ningún sitio, saca tus mejores armas para ello. Al fin y al cabo, tu escaleta es tuya. Úsala cómo quieras y cuándo la necesites.
No temas mezclar los dos tipos que existen. La tuya puede ser más técnica que literaria, pero con momentos puramente argumentales. O al contrario: que prime la historia, pero con capítulos en que necesites conocer todo del entorno.
Tu escaleta es un reflejo de ti. Y estoy segura de que tú tienes un poco de todo, ¿a que sí?
Nuestra pregunta
¿Qué historia crees que habría necesitado una escaleta?