¿Alguna vez has visto una película de James Bond y solamente recuerdes al villano? O, tal vez, te han parecido mejores personajes Maléfica, Scar o Hades que el bueno de turno.

No es porque te gusten más los malos que los buenos o, al menos, no necesariamente. El motivo es que son personajes más ricos y con más matices que los buenos. El autor se ha tomado mucho tiempo en crear un antagonista en la historia. Si quieres conocer algunos trucos para ello, sigue leyendo.

Cómo crear un antagonista

Qué es y qué no es el antagonista

El término “antagonista” proviene de ἀντι (anti- = opuesto, contrario) y ἀγωνιστής (agonistis = luchador o jugador). Como vemos, no especifica que el antagonista sea el malo de la historia.

El antagonista es el personaje (o personajes) que lucha durante el relato para evitar que el protagonista alcance su objeto de deseo (que no tiene por qué ser obligatoriamente algo material). Esto provoca que haya un conflicto narrativo entre ambos para lograr sus objetivos, siempre incompatibles.

Simplemente, este tipo de personajes son contrarios al protagonista. De tal modo que si tu prota es malvado, para crear a tu antagonista ten en cuenta que tendrá que ser bueno.

De cualquier modo, suelen ser los villanos de la historia. Quitando algunos ejemplos, como Un cuento de Navidad de Charles Dickens, así es.

Así que cuando el antagonista es bueno, tenemos dos tipos de historias muy distintas. O bien moralizantes o bien con un sentido de la maldad y de la bondad un poco difuso. El ejemplo de Dickens pertenece al primer tipo y El americano impasible de Graham Greene, al segundo.

Y  es que crear un antagonista que sea muy buen personaje es muy complicado sin caer en el esperpento o en el drama exagerado. Los humanos tendemos a pensar que el bien es lo mejor. Por ese motivo suele ser más fácil justificar que el bueno de turno sea pura bondad.

 

Cómo crear un antagonista

En primer lugar, tienes que plantearte qué tipo de antagonista es. A continuación planteamos cuatro opciones:

El simpático

Es un personaje divertido, simpático, que cae bien. Puede parecer sencillo, pero si no quieres que tu protagonista quede mal frente a ese personaje tan logrado tendrás que trabajarlo muy bien.

Para crear un antagonista que caiga bien a tus lectores piensa en esas personas que dicen todo lo que se les pasa por la cabeza. Puede ser un buen punto de partida que tu antagonista no tenga filtros. Es algo que hace gracia, pero molesta.

Es del tipo de antagonista que es Hades en la película de Disney Hércules u (ALERTA SPOILER) Ozymandias en Watchmen.

 

El eterno odiado:

Si tu antagonista va a ser alguien que tus lectores odien, no puede ser porque sí. Está bien que lo concibas de ese modo y seas constante en su forma de ser.

En ese caso te recomiendo que le des el punto déspota suficiente como para que se le odie. Un cardenal Richelieu, en Los tres mosqueteros, lleno de joyas y siendo desagradable con todos es un buen ejemplo. Como sucede en El señor de los anillos con Sauron.

Al fin y al cabo, puede ser malo, pero parecerlo… eso ya es otra cosa.

 

El empático

Puede ser un villano y estar destinado a acabar, pero en el fondo te da pena. En tu fuero interno de lector seguro que querrías que ganase, aunque no pueda ser. Si quieres que comprendan lo que hace, dótale de dos elementos: un pasado de abusos y un discurso lógico.

Crear un antagonista empático es complicado, pero puedes servirte de ejemplos como Drácula de Bram Stocker, donde el propio vampiro es más humano que los humanos. O, si te vas al mundo del cómic, en Magneto de X-men.

Este tipo de personajes tienen lógica, cierta edad (especialmente Drácula) y sentido común. Cuando comienzan a matar ya pierden todo, pero hasta ahí ¿quién no estaría de acuerdo con ellos?

 

El buenazo

Este es en caso de que tu protagonista sea malo y se enfrente a un antagonista bueno. En ese caso, es importante que tenga defectos, pero no tantos como para que el lector no empatice con él. A la hora de crear un antagonista bueno piensa siempre en todo lo contrario de tu protagonista, el villano en este caso.

Te recomiendo que leas mucho relato, especialmente realismo sucio norteamericano, donde suele verse con mucha más facilidad este tipo de antagonista que en novela. Un ejemplo sería Catedral, de Raymond Carver.

También puedes seguir el ejemplo de El retrato de Dorian Grey, donde el protagonista es joven y malvado, y son Lord Henry y Basilio los buenos y antagonistas.

 

Cada protagonista con su antagonista

Es fundamental en una historia que exista el antagonista del personaje. Cuanto más trabajado esté el protagonista, más importante es que lo esté el antagonista.

Todo Holmes necesita un Moriarty, toda señora Dalloway su reflejo de lo que habría sido su vida, todo Robert Langdom su conjura inventada cuya finalidad es destruir Europa.

 

¿Dónde fortalecer al antagonista?

Si quieres crear un antagonista creíble, es importante que pongas especial atención en los siguientes puntos de tu historia.

El origen

El primero de ellos es el origen de tu personaje. A más empatía con él, más duro debe ser. O, al menos, más complicada su vida.

Trabajar un trasfondo rico en matices conseguirá crear un antagonista con varias dimensiones.

 

Primera aparición

Por otro lado, su primera aparición es algo que marcará su forma de ser. ¿Es silenciosa? O, tal vez, lo hace a lo grande y llamando la atención porque es un megalómano.

Tienes que marcar cuidadosamente este momento para que tu lector sepa que ya ha llegado tu antagonista a escena. Debe ser importante cómo se muestra para que cuando el lector descubra que era el antagonista se quede sorprendido por la entrada triunfal.

 

Paralelismos

Vale, ahora tus lectores ya saben quién es, pero tal vez no sea el tipo de personaje de quien se ve venir su maldad desde lejos. En ese caso, para marcar diferencias, te recomiendo que crees una situación paralela entre tu protagonista y tu antagonista.

Evidentemente, la voz de tus personajes es distinta, por lo que la forma de resolver el problema de ambos lo será. Y justamente es esta una ocasión perfecta para demostrar las diferencias entre uno y otro.

 

El enfrentamiento final

Evidentemente, cuando ambos personajes se enfrenten debes dejar clara su postura, su forma de ser y quién es bueno y malo. Crea un enfrentamiento equilibrado que haga dudar a tu lector sobre quién va a ganar. Ambos personajes deben haber perdido y ganado varias batallas (narrativamente hablando, no literalmente) antes de la gran lucha final. De esa manera, en el clímax final se decidirá todo.

Y, por favor, hagas lo que hagas, no añadas ese monólogo sobre la maldad del antagonista. Nadie en su sano juicio le contaría todos sus planes a un personaje antes de matarlo solamente para darle ventaja. O, al menos, nadie que lea este artículo.

Cómo crear un antagonista

Nuestra pregunta

¿Quién es tu antagonista favorito?

Author

Llovía, nací, crecí e hice Periodismo. Escritora de 'La gelba' y vikinga en mis ratos libres desde hace 27 años. En mi blog 'Adriana Tejada. Escritora', me peleo con el #RetoRayBradbury. El resto del tiempo bebo agua, vendo libros y acoso a perros. Mother of Beagles.

4 Comments

  1. Ismael Alviani Reply

    Pues un antagonista que ha sido una gran sorpresa (no me lo esperaba asi al menos), ha sido Thanos en Infinity wars. Normalmente Marvel pone un villano megalómano y muy dirigido a una meta X arquetípica y esta vez se han salido por la tangente

  2. Es gracioso, yo usualmente le voy al “malo” o al llamado “villano”, a menos que este sea muy mediocre.
    Creo otro ejemplo grandioso para un protagonista “malo”, cuyo antagonista es “bueno”, seria el de Yagami Ligth y “L”, de la serie japonesa “Death Note”, que si, originalmente era un cómic (Los cómic japoneses son mangas). Conste que hablo de LA SERIE, y no la horrible película de Netflix; donde justamente quisieron hacer a un protagonista “bueno”, lo cual hace que se descompense el tener un antagonista bueno, ya que originalmente son perfectos opuestos de ideales; pero no, quitaron toda la trama inteligente para hacer la misma película de adolescentes que hollywood lleva haciendo por años.
    Se que ha muchos les choca tener que ver anime, y que los nombres sean tan diferentes. Pero, la serie lo vale.

  3. Mis antagonistas favoritos son Shen de Kung fu panda y Lady egoshi de la princesa Mononoke, ya que con Shen llegó a empatizar por sus motivaciones, además si lo analizas más a fondo tiene un lado humano muy disimulado, además de ser malo y teniendo buenas razones para ello.
    Lady egoshi me gusta por no ser exactamente un villano ya que te encariñas con ella como cualquier personaje, es muy humano, con morales y formas de pensar muy similares a una persona real, un obstáculo real al cual le deseas lo mejor pero tienes que seguir avanzando.

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