Literup os trae una nueva crítica creativa (si desconoces qué diferencias hay con una reseña, este artículo es para ti)

Vamos a ponernos fieros. No, no es que vaya a criticar a fuego la antología de hoy, es que va de mujeres lobo y otras cambiaformas. Avisamos desde centralita que esta crítica será diferente y muy animal. Al tratarse de una antología, desgranaremos relato a relato.

Realizamos el sorteo de un ejemplar desde el jueves 13 de marzo hasta el jueves 20 de marzo en nuestra página de Facebook.

Como en otras ocasiones, os recordamos que estas críticas se disfrutan más si se ha leído el libro o se está haciendo lectura simultánea, para poder entender todos los elementos que aquí se explican con el texto delante. Hay un enlace a Amazon para comprar el libro al final del artículo.

Instinto animal

Empezaremos con una breve sinopsis:

Instinto animal: Quince historias de lobas y cambiaformas contiene 15 relatos de autores españoles sobre teriantropía. En sus páginas encontrarás licántropas, selkies, alkonost y mujeres que se convierten en todo tipo de animales con pelo, plumas o caparazones. El libro da una vuelta de tuerca más al mito del cambiante para presentar quince historias muy diferentes desde una perspectiva femenina.

Hay quince relatos y, por lo tanto, hay quince autores (más, ya que algunos están escritos a cuatro manos). Está publicada por Café con Leche, una editorial que sabe hacer las cosas bien y tiene un catálogo pequeño, pero muy interesante.

 

La antología

Canciones de cuna para lobas tristes

Está muy bien que el narrador adopte la perspectiva de las protagonistas en su parte animal. Esto enaltece el estilo del relato y logra que nos identifiquemos más fácilmente con ellas, aunque sean asesinas.

«Sandra era la que tenía el olor más fuerte de las dos y volvía locos a todos los machos».

El descaro y la crudeza con que habla el autor de ciertas realidades están bien llevados con la temática.

«Besos falsos de muñeca hinchable, labios modificados con forma vaginal para facilitar el trabajo», cuando habla de la apariencia en el mundo del famoseo.

Además, ¿cómo unas descripciones tan brutales de la muerte pueden estar tan llenas de vida?

«Ellas hundieron los dientes en su cuello y lo abrazaron y bailaron juntos hasta que la vida se le escapó por las venas».

Al final no hay ganadores. Es un final feliz, sí, pero sin serlo.

 

Cloro

Debo decir ahora tras un tiempo de reflexión que Cloro es un relato extraño. Trata un concepto verdaderamente interesante, el manicomio de criaturas y animales que deben desintoxicarse de sus hábitos sobrenaturales. Además, la protagonista es una mujer foca, una selkie.

En los relatos de esta antología aparecen pequeños mensajes lanzados al lector. Estos versan sobre temas actuales que la editorial trata en su catálogo y que son necesarios:

«Lo que ahora veo claramente como agresiones microscópicas, acumulándose a lo largo de los meses, no eran entonces más que detalles sin importancia».

Sin embargo, desde la mitad hasta el final, el relato no es más que la descripción de los sentimientos de la protagonista, sin apenas acción ni conflicto. Ni siquiera hay clímax, solo una bajada de ritmo paulatina hasta el punto y final, que no ofrece nada que no esperáramos ya.

 

Animalandia

Una crítica actual y directa a los programas de talento, con toques cotidianos del siglo XXI. Aparecen Twitter y la respuesta inmediata de dichas redes sociales, que afectan a nuestras rutinas.

«Otro tuit oculto bajo la identidad de @Meatismurder».

Esta historia se explica desde la distancia. La información llega al lector a través del protagonista, que no la vive. Así, el relato se basa en una caricatura de estereotipos para denunciar una realidad.

«El vehículo vadeó la concentración de jóvenes ataviados con harapos y rastas».

Sin embargo, la presentación y la descripción de distintos aspectos del relato no proyectan lo que el autor pretende, sino que se quedan a medias. La descripción del productor no produce tanto asco, ni siquiera con la metáfora de la mosca.

La matanza no produce tanta sorpresa, tensión o desagrado. Y aunque el final le dé un giro, queda impostado y, quizá, exagerado.

 

Una nueva organización

Este es un relato pausado, descriptivo. Narra el encuentro entre dos mujeres. Una de ellas es una detective que investiga un caso en el que la víctima sobrevive a un disparo de forma desconocida.

Hay momentos extraños, en los cuales te dan a entender qué es realmente dicha víctima. Piensas que hay escenas que no aportan nada, pero, como lector, has de ser paciente.

La escena final es grotesca, pero muy bella. Y, en la última frase, cambia todo el relato. Esa frase consigue que, si vuelves a leer Una nueva organización, leas otra historia completamente diferente.

 

Cat people

La protagonista es una mujer no logra entender qué le ocurre a ella con su matrimonio hasta que entra en juego su parte animal.

El relato está muy bien estructurado y sugiere más que muestra, en contraposición a los anteriores. La cita inicial y la separación en capítulos son un acierto, pues dan más pausa a la narración, al salto de escenas.

El único inconveniente es que presenta a una protagonista tan extraña que no logra que nos identifiquemos con ella.

 

Luna de maíz

El relato trata de una niña que, con su primera regla, cambia más de lo que debería debido a una maldición.

La primera parte está muy bien redactada. No sobra ni una palabra y logra que comprendamos a la protagonista y nos identifiquemos con ella.

La segunda parte ya introduce más elementos, pero son muy obvios y no sorprenden. El relato que cuenta la madre forma un diálogo con la hija que está bien estructurado gracias al uso que hace de las intervenciones y los incisos.

Lo que pasa es que la causante de la transformación en animal aparece como un deus ex machina. Además, la última escena donde aparece no aporta nada.

 

Una muerte blanca

Cuando Brasil todavía era colonia de Portugal, un hombre quiere hacerse rico a costa del matrimonio planeado para su sobrina. Pero esta contrae fiebres y una curandera cambiará su vida y los planes que tenían para ella.

El estilo es elaborado, pero no muestra excesos que manchen la calidad conseguida. Al no abusar de frases como «ambicionándose entre las tres los destinos», el efecto en esos momentos es mayor. Personalmente, me parece una buena decisión no ambientar el relato en la actualidad.

Se nota una gran labor de documentación histórica y geográfica, representada en la contextualización que hace el autor para que el lector no se pierda en ningún momento.

«Y llevaba un látigo largo untado con vinagre y sal marina».

Logra enganchar y sorprender con pequeñas dosis, sin necesidad de artificios. Magnífica descripción de la transformación en animal y del uso de la palabra «sustancia» en ella.

Gran acierto también el pensamiento de la protagonista una vez transformada.

 

El trofeo

Una joven tiene que investigar un caso de licantropía dentro de la residencia de estudiantes, pero terminará enamorándose de la sospechosa.

Un relato ameno, muy ligero gracias a los diálogos, que cumple con el objetivo que se propone. Al principio no me había quedado claro si los hombres lobo estaban normalizados en este relato. Al final, resulta que el problema no es que existan, sino que no pueden matricularse en la universidad donde ocurre la acción.

Me ha parecido bueno este descanso (en tratamiento de la temática, que no en calidad) de todo lo macabro y lo duro de los otros relatos.

La repetición de una escena concreta a la que cada vez se añade un sentido diferente da profundidad a las escenas costumbristas. Además, la última frase varía todo el relato y te saca una sonrisa, igual que ocurría en Una nueva organización.

 

Mil pieles

La protagonista debe huir cuando su familia es atacada por los lobos. Herida, llega a una casa donde un chico la ayudará a recuperarse, pero el amor que surgirá entre ellos no será del todo feliz.

No recomiendo que las historias comiencen con detalles del worldbuilding ni de la vida pasada de los personajes narrados, contrariando el muestra, no cuentes.

«Hasta el día en que alguien había asesinado a nuestros padres».

La escena de acción del principio no transmite emociones. Todo lo que sucede es muy mecánico, como si la protagonista (y el lector) lo vieran todo desde fuera. Esto se debe al alejamiento psicológico, que nos acompaña desde el inicio.

La explicación final de la trama por parte del abuelo tampoco ayuda a mejorar estos puntos negativos. Parece un fragmento de novela.

 

La promesa

Antes de su boda, la protagonista de este relato decide volver a su pueblo. Pero allí descubrirá el pasado de su madre y su relación con una mujer que dice ser una loba puede cambiar sus planes de futuro.

El personaje del novio de la protagonista tiene una personalidad interesante por cómo usa los argumentos a la hora de discutir y por las situaciones que encarna. Esto también ocurría con el tema de las microagresiones que veíamos en Cloro.

«—Es un buen chico [dice la abuela de ella]. Hay que hacer de tripas corazón y aceptar algunas cosas, ¿sabes? Si te trata bien y te quiere, qué más da».

El que la supuesta mujer lobo no se transforme hasta el final da otro significado, más humano, al relato. Se asemeja más a El trofeo, solo que en un contexto más salvaje y campestre.

Lo que sí he echado de menos ha sido un clímax potente. Aunque el final me ha recordado al final de Déjame entrar, que termina con final feliz y, justamente por eso, acaba mal, como también ocurre aquí.

 

Entretelas de justicia

La protagonista decide utilizar su don para librarse de aquellos criminales que, según su criterio, no merecen vivir.

El personaje, cambiante, tiene un comportamiento superheroico hacia la vida. De hecho, hay mucho de superhéroes en este relato. También se habla de lo que provoca el no tener un modelo real en el crecimiento de algunos adolescentes.

Aparecen estereotipos de género demasiado marcados en esta historia que, sin embargo, no llegan a la caricatura y quizá por esto resultan un poco insulsos:

«Tras varios besos […] y quince euros de taxi después —que obviamente pagó Mateo—».

El tiempo imperfecto saca de la narración en ocasiones:

«Y por si aquello no era suficiente».

Como punto positivo, decir que la transformación sorprende por el animal escogido, ya que esperas una simple loba.

El final es redondo, pero sobra la explicación filosófica sobre la maldad contextual del ser humano.

 

No vuelan los cuervos sobre el cielo de Moscú

En este relato, una mujer tiene que eludir a la justicia al entablar relación con los cuervos que habitan entre nosotros.

Personalmente, me han gustado mucho los títulos y los subtítulos de este relato. Se engloba en una especie de género que recuerda a Truman Capote y a su ficción periodística, lo cual destaca y llama la atención favorablemente.

He de decir (y aquí nos metemos en edición) que no me gusta la cursiva en los flashbacks, pues saca de la lectura. Lo mismo ocurría con El tren, otro libro de la editorial.

La RAE permite esta cursiva, por lo que, normativamente hablando, es correcta. Pero respecto a la estética, cuesta un poco aceptarla como válida. En este caso, además, no es un flashback al uso, por lo que la cursiva sobra incluso más.

Destaca de este relato la construcción de personajes, que eclipsa todo lo demás.

 

Un millón de moscas

Tras asentarse en un pueblo donde ha encontrado trabajo, la protagonista empieza a sufrir situaciones extrañas que la agobian durante el día: alucinaciones, moscas en casa, cansancio extremo…

Sé que se recomiendan frases cortas para las escenas de acción. Pero a veces hay que medirlas mucho para no caer en el exceso:

«Cerré los ojos y traté de quitar las manos del volante. No pude. Un niño. Delante de mí. En la carretera».

El comienzo de este relato es muy pausado y no aporta prácticamente nada a la construcción del personaje. Los párrafos, además, son muy extensos. Los autores no consiguen que el lector se sienta agobiado ni acorralado.

Choca con el resto de relatos porque presenta el tema de forma más onírica. Esto, junto al trato de las moscas, vuelve interesante el relato.

 

Su verdadera piel

Este es un relato de terror que consigue cautivar. Me ha parecido muy diferente a los otros y su inicio recuerda a películas como Insidious. Esto hace que entres en materia rápidamente.

Cuando unos periodistas llegan a un pueblo donde, supuestamente, ocurrieron hechos relacionados con sectas y brujos, desaparecen. Solo la hermana recibe alguna pista de qué ha pasado con ellos, pero no le va a gustar lo que descubrirá cuando acuda al rescate.

Tengo que decir que, volver a la transformación en lobo se vuelve repetitivo por haber presentado durante la antología muchos relatos con tipos distintos de cambiaformas. Aquí se ven más demonios y brujas, sí, pero alejan al relato del resto en temática.

 

La metamorfosis de Gregoria Sánchez

Este es un broche de oro para una muy buena antología, un homenaje claro y sin tapujos a La metamorfosis de Kakfa.

Lo único que tenga que apuntar de este relato es su uso de la raya para los pensamientos. Quizá era cuestión de estilo, un aspecto que el autor ha querido a propósito. Pero soy partidario de la normativa, qué le vamos a hacer. Por tanto, hubiera preferido que estuvieran entrecomillados.

Este es un relato diferente, que cuida el sentido de lo absurdo como hacía tiempo no encontraba entre mis lecturas. Nos muestra con perspectiva lo ridículo de nuestra cotidianidad.

El final es sorprendente. Ni siquiera cuando somos especiales somos alguien único.

Instinto animal

Mi PoV

La antología Instinto animal nos presenta varios relatos de un mismo tema, pero que no tienen nada que ver entre sí. Han conseguido elaborar un tejido de mil colores que no desentona. Está hecho para un amplio espectro de lectores.

Está claro que algunos relatos son mejores que otros, que (independientemente de lo anterior) unos te pueden gustar más que otros. Pero ninguno te desagradará y, más importante, ninguno es de baja calidad.

Los autores están muy implicados y la editorial les da reconocimiento ofreciéndoles una página de biografía a cada uno. Cosa que no ocurre siempre.

He de decir que me encantan los iconos temáticos que utiliza Café con Leche siempre en sus ediciones y que estas están muy cuidadas. Uno de los puntos fuertes de la antología y de la editorial en general, sin duda.

 

Nuestra pregunta

¿Veis necesaria la visibilidad de personajes femeninos y de personajes no heterosexuales?

 

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Author

24 años. Filólogo hispánico y escritor. Corrector profesional. Máster de Educación Secundaria.

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