Pongámonos a prueba y veamos hasta dónde sabemos sobre el concepto de agente literario. Si la primera imagen que os evoca esta figura es la de un ser casi divino dotado con anteojos (resulta todavía más severo) y aspecto distante, tenemos importantes motivos para seguir leyendo. Al final del artículo espero que esa imagen haya cambiado y controléis todos los mecanismos que rodean a este tipo de intermediarios.

El primer paso para ofrecer una visión auténtica de lo que es un agente literario nos lo da el propio contexto. Se sitúa como el mediador entre el escritor y las editoriales. Su función empieza con la necesidad del escritor por ver reconocido su trabajo. Aquí es donde el agente literario entra en acción para poner en el mercado las obras de sus representados y lograr con ello el mayor beneficio posible.

Con esto desvelamos una de las primeras claves en el universo del agente literario: su sueldo depende del porcentaje de beneficios. Estamos ante una razón económica que nos garantiza movimiento por parte del enlace. Traducido en porcentajes suele ser de un quince o veinte por ciento de las ganancias según el número de ventas.

Y aunque no es lo habitual ni tampoco hay que meter miedo de primeras, tendréis siempre que desconfiar de todos aquellos representantes que quieran cobrar por sus servicios al margen de dicho porcentaje. Realmente no es común, pero la advertencia nunca está de más.

Pasos para entender el universo del agente literario

Características de un buen agente literario

No existe un casting específico que nos dirija hacia lo que es un buen agente literario. Pero sí que es más que conveniente que el profesional reúna una serie de condiciones. El conjunto de las habilidades, unido a nuestra novela, terminará posicionando todo el trabajo en buen lugar.

  • Tiene que conocer el mercado en el que se mueve. Ser un habitual del mundo literario. Ese es un requisito imprescindible.
  • Necesita ser un buen comunicador. Tener gancho es siempre sinónimo de éxito.
  • No se busca un nivel nativo, pero es recomendable que tenga conocimientos de idiomas. Hay que ir más allá de la lengua materna por si la ocasión lo requiere. Eso es más que buena señal.

El agente será ante todo un aval de vuestra obra. Eso significa garantía de calidad una vez que él haya puestos sentidos y emociones en el escrito presentado.

 

Cómo seleccionar a un agente literario

Llegamos al momento clave de tocar a la puerta. Eso no significa que la llamada se tenga que hacer a la desesperada o de cualquier manera. Aquí no hay cabida para la improvisación. Hay que recordar que la minuciosidad siempre jugará a nuestro favor.

Tampoco tendremos que acudir al primer agente literario que encontremos en el camino. Eso está muy alejado de lo que yo llamo una buena investigación. Indagad en comentarios, referencias, acudid a redes sociales, listas elaboradas, al dios Google o si lo preferís, hablad con otros escritores para comparar experiencias. El manuscrito no es algo que se pueda enviar indiscriminadamente. Sed analíticos y trabajar siempre en una selección previa.

 

El envío de la propuesta

Y ahora viene lo importante, ¿cómo conseguir que él tenga un flechazo con nuestro trabajo?

El gran logro está en que el propio mediador sea el que decida finalmente representaros. Por eso se pone en un lugar más que relevante ese primer contacto y presentación del escrito.

Para garantizar a un agente literario de que está ante una propuesta que no podrá rechazar tenemos que dedicarle un tiempo a la carta de presentación. La norma estrella que se os tiene que quedar grabada a fuego es que se envía por correo electrónico y nunca el manuscrito entero.

En el email introductorio incluiremos un breve escrito (que no debe superar las trescientas palabras). Aquí indicaremos quiénes somos, nuestros logros como escritores, la esencia de la novela y, por supuesto, los datos de contacto.

Con esa primera toma de contacto adjuntaremos (preferiblemente en PDF) la propuesta editorial. En ella se incluirá especificado el nombre del autor y el título en la portada, una sinopsis de la obra, el currículum del escritor (premios, libros, colaboraciones) y una breve explicación de por qué ese trabajo tiene que estar sin duda en el mercado.

Por último, desvelaremos las primeras páginas o capítulos y cruzaremos los dedos para que todo resulte al agente literario de lo más interesante.

 

¿Necesitamos siempre el servicio de un agente literario?

La ventaja de los representantes es que reciben propuestas, pero en menor medida que una editorial. Así se garantiza con más seguridad su lectura. Eso no significa que no se vayan a tomar su tiempo y tras el envío os tenéis que cargar de paciencia para obtener una respuesta.

Dad un margen de confianza. Y, en caso de que se demore demasiado la contestación, enviad un nuevo correo cordial y preguntad sin reparo por la situación.

En el caso más positivo el agente literario solicitará el manuscrito entero para su análisis y lectura en profundidad. No os preocupéis si pasan veloces las hojas del calendario. Llegados a este punto será lo más normal.

Si se deciden a apostar por entero en vuestro trabajo, tocará el momento de las negociaciones, firma del contrato y el capítulo aparte de la publicación. Todo ello termina resultando una guía imprescindible para encaminar el proyecto en la meta definitiva de ser reconocido.

Entonces, ¿precisamos la figura del agente literario para tener un libro en el mercado? No necesariamente. Puedes optar por este profesional y su red de contactos. También la autopublicación, o si prefieres el cara a cara con la editorial. Al final todo medio resultará una buena opción si en definitiva se tiene el material perfecto.

Pasos para entender el universo del agente literario

Nuestra pregunta

¿Hacia dónde encaminarías esfuerzos para ver publicada tu novela?

Author

30 años. Periodista y escritora de vocación. Cofundadora de La vida de color caoba, un espacio perfecto para que las letras e ilustraciones bailen en armonía. Escribir es una forma de vida, ver el mundo con detalle para poder enseñárselo a los demás.

1 Comment

  1. Gracias por este post, Supongo que es aún más trabajo extra pero unos cuantos ejemplos de agentes literarios sería de gran ayuda, porque creo que al final, habiendo como hay tanto buitre al acecho de escritores amateurs, intentando cumplir su sueño de “ser escritores”, parece que es la fiabilidad de los profesionales el primer escollo a salvar por parte de los salmones novelistas.

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