La crítica forma parte de nuestra vida y la respuesta que tenemos por lo general ante ella es negativa. Su objetivo es nuestra mejora, pero de primeras nos puede llegar a sentar bastante mal. No es mi intención trabajar un artículo de autoayuda, pero sí en una crítica a tiempo para mejorar.

 

No hace falta que lo neguemos porque eso sería faltar a la verdad y rechazar una sensación universal. Todos en algún momento hemos pecado de ego y hemos creído que un texto nuestro era intocable. Considerábamos que si había algo cercano a la perfección, ahí estaba nuestro relato, sin necesidad de una coma más o menos.

 

Con nuestra visión cegada de orgullo mostrábamos entonces nuestro libro y éramos vapuleados sin compasión porque lo que aparentemente era perfecto escondía numerosas imperfecciones.

 

Heridos en nuestro amor propio y sin pararnos a pensar, convertíamos al atrevido crítico en el foco de nuestra ira y después de poner en práctica desde vudú con su foto, hasta hacernos maestros del soliloquio en su contra jurábamos no volver a enseñar ningún trabajo más hasta el fin de los tiempos.

 

Pero al desterrar nuestros borradores al fondo del baúl y seguir alimentándonos en el mal recuerdo de la crítica sin más fondo, tenemos que saber que hay una oportunidad única para utilizar el propio enfado como impulso en una llamada a la acción antes que una forma temprana de rendición.

El pulso del escritor con la crítica

Los errores del escritor ante una crítica

Siendo honestos con nosotros mismos, pocos serán los ejemplos que asuman con deportividad la crítica de su novela. Nos da lo mismo en el sentido que sea, pero el hecho de despellejar sin corazón a nuestra criatura nos duele mucho más de lo que sentimos que nos aporta. Con esa creencia caemos en el primer error.

 

La capacidad para gestionar una crítica con éxito marca la diferencia y madurez de un escritor. Si somos capaces de escuchar, admitir y canalizar las observaciones, saldremos totalmente reforzados. Nuestra identidad crecerá tanto como el valor del trabajo, debido a que habremos logrado responder a las primeras dificultades.

 

El segundo error de un escritor ante la crítica está en no distinguir los tipos de apreciaciones a las que se enfrenta y de las que todos participamos de alguna manera:

 

1. Críticas destructivas

Las malas críticas, las que buscan las cosquillas al escritor para hacerle perder control y de paso dominar su arte. Este tipo de opiniones que pueden partir de uno mismo o del entorno se ensañan hasta dejar diminuta la identidad del creador sin haber aportado en el camino ninguna enseñanza clara. A menudo se fabrican con envidia y dosis sutiles de maldad.

 

2. Críticas constructivas

Sirven para poner el acento en aquello que puedes mejorar. Su intención es buena, aunque igualmente pueden herir la sensibilidad del escritor. Tienden a generar inseguridad y bloqueo, pero buscan la excelencia y crecimiento personal. De ellas se aprende funcionando como reto en un trabajo que exige mayor esfuerzo. Su recompensa también es mayor.

 

Las reacciones a una crítica

Dando un paso más en nuestro análisis de las críticas, vamos a ver de peor a mejor las diferentes reacciones que todo escritor tiene ante la presión de las opiniones en contra. No te culpes si te identificas en más de un caso. La idea es reconocer para perdonarse y avanzar un paso más.

 

Nuestra propia experiencia nos ha llevado a ver todo tipo de reacciones ante el trabajo de las críticas creativas, pero en  la mayor parte de los casos ha sido favorable, y los interesados se lo tomaron bien y aprendieron de la experiencia.

 

La otra cara, la más amarga, también la hemos vivido, aunque únicamente con tres autores que se tomaron la opinión profesional como un ataque personal. Es inevitable que a veces ocurra, pero esperamos que con el tiempo sepan apreciar las críticas constructivas de sus obras.

 

La respuesta a la defensiva

La tentación es grande y una vez que hemos recibido una crítica lo más probable es que nos lancemos a la defensa de nuestro trabajo a capa y espada a través de una respuesta (normalmente muy poco acertada) sin detenernos a pensar de verdad en la justificación de los errores.

 

Es nuestra forma natural de proteger el orgullo y autoestima, aunque tras la respuesta impulsiva demos motivos para que se nos pueda ruborizar por segunda vez.

 

Por eso, antes de lanzarte a la yugular, piénsatelo dos veces, lee atentamente los comentarios y entiende lo que te están tratando de decir, no lo que tú estás deduciendo de todo ello.

 

El reinado de las inseguridades

La crítica no tiene como objetivo zarandear a la persona dejándola desvalida y hundida a merced de todo tipo de inseguridades. De acuerdo que toca el nervio del escritor, pero este no debe llevarlo al plano destructivo ni personal. No es su fin hacer dudar al autor hasta de su nombre, sino hacerle consciente de los puntos que sí tiene que reforzar sin quitar mérito a los otros en los que realmente brilla.

 

No te derrumbes a la primera de cambio e intenta focalizar en las cosas buenas que te han dicho sin perder la pista también de los puntos negativos.

 

Ejercicio de autocrítica

Podemos reconocer que tenemos el orgullo herido y que a veces las formas no son del todo acertadas a la hora de decir aspectos que de primeras solo vemos como negativos, pero indagando en el contenido de una crítica seguramente encontraremos una gran verdad.

 

Escoger el camino de lo útil apartando lo dañino es el primer paso para revalorizar cualquier proyecto. Toma el mando de las críticas y practica la escucha activa, el objetivo es aprender de los demás y de uno mismo.

 

Consejos para no caer en el odio prematuro

Para evitar que los demonios se nos lleven a veces hace falta reflexionar y analizar con detalle la situación. Estos dos trucos os ayudarán:

 

La explosión pasional

Uno de los problemas de recibir una crítica es que podemos reaccionar exageradamente mal y siempre es mejor contar hasta diez y evitar que sea el corazón el que primero hable. La mente suele expresarse mucho mejor y el hecho de no actuar movidos por las vísceras permitirá distinguir con más claridad lo útil de lo accesorio, además de extraer la verdadera enseñanza.

 

 

Identificando a posibles trols

¿Quién ha hecho la crítica? ¿En qué tono se ha realizado? Pensando si de verdad hay razones para justificar argumentos, los escritores también hacen una labor detectivesca con el fin de saber si esas palabras tienen ciencia o pasan como mero deporte de criticar por puro placer.

 

 

Haciendo honor a la verdad, la mayor parte de las ocasiones estos hipotéticos trols están en la cabeza del escritor. Este se resiste a creer que su obra es susceptible a incoherencias y el consuelo lo encuentran en lanzarse a la ardua tarea de la investigación.

 

 

El resultado final será que nosotros terminaremos siendo los mejores críticos y entonces entenderemos lo valioso que resulta siempre este trabajo.

El pulso del escritor con la crítica

Nuestra pregunta

¿Cómo te enfrentas normalmente a las críticas?

Author

30 años. Periodista y escritora de vocación. Cofundadora de La vida de color caoba, un espacio perfecto para que las letras e ilustraciones bailen en armonía. Escribir es una forma de vida, ver el mundo con detalle para poder enseñárselo a los demás.

5 Comments

  1. Una buena crítica se hace con respeto y con la intención de que el autor conozca sus puntos fuertes y los débiles. Así pues, pienso que debemos recibirla agradeciéndoles esa labor, y aprendiendo a construir y mejorar con toda esa información que nos ofrecen.

    • Es un trabajo difícil, pero busca la excelencia y el aprender en el camino. Es siempre bueno como bien dices e instructivo. Basta con abrir mente y dejar un poco de lado los egos. Gracias por tu comentario y por ser una lectora tan leal 😉

  2. ¡Muy buena entrada! Yo generalmente reacciono bien ante las criticas, pero está bien leer sobre el tema y ver el punto de vista más general.

    En mi caso, agradezco siempre las criticas, pero las tomaré más o menos en cuenta según la confianza que tenga en esa persona, o en su experiencia como lector/escritor o su nivel de ortografía si se trata de algo relacionado con ello. Valoro lo que me dicen y las opiniones propias, intento no responder automáticamente si no pensar, comprobar y juzgar por mi misma cuanto de cierto tiene esa opinión o consejo e intento comprobar siempre las correcciones.

    Un saludo.

    • Muy buen ejercicio interno. Hay que saber aceptar las críticas y construirse uno mismo a partir de ellas. Es demasiado pretencioso creer que uno no necesita aprender ni corregir nada.
      Mentes abiertas siempre ? ¡gracias!

Write A Comment

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.