Cualquier cosa en el mundo es susceptible de cansar a la persona que la realiza. No importa que se trate de algo que te encanta, siempre puede agotarte. Por eso existe el llamado síndrome del escritor quemado.

Si nunca habías escuchado esta expresión o tal vez la confundes con el bloqueo del escritor, no te pierdas este artículo.

Síndrome del escritor quemado

Bloqueo del escritor VS Síndrome del escritor quemado

En el primer caso existe un objeto que obstaculiza el paso. Como su propio nombre indica, bloqueo. Por lo que podemos explicarlo como aquella situación en la que tienes la necesidad de escribir, pero no eres capaz de hacerlo. Un bloqueo puede deberse a muchos aspectos, como una historia que no te apasiona o una falta de rutina en la escritura.

Sin embargo, el síndrome del escritor quemado explica otra situación muy diferente. En ella la persona escribe o, mejor dicho, ha escrito. Pero esa necesidad en él o ella ya ha desaparecido, las llamas lo han calcinado. Claro que donde quedan ascuas… siempre puede volverse a escribir.

 

¿Qué es el síndrome del escritor quemado?

Esta expresión tan visual hace referencia a todos aquellos juntaletras que hemos logrado hacer algo de provecho y luego hemos perdido esas ganas de escribir. Algunos de los principales motivos por los que esto sucede son el estrés, la necesidad de perfección o la sensación de soledad literaria.

Como los motivos pueden ser los mismos en ambos casos, te voy a dar un truco para saber cuándo se trata de uno o del otro. Si no tienes ganas de escribir algo en concreto, probablemente se deba al bloqueo. Pero si la desgana es generalizada, probablemente sea el síndrome del escritor quemado.

 

El agotamiento del escritor

La vida del escritor no es sencilla. Probablemente seas una persona con una cabeza que no pare. Lees para crear, organizas para escribir y te quitas, seguro, horas de sueño para desarrollar tu nueva historia.

Además de esto, seguramente tengas que mantener (o crear) tu reputación online. Es decir, que el tiempo que dedicas a tus redes sociales o tu blog, entre otras cosas, te quita de escribir. Por no mencionar ese plan de marketing que tienes que desarrollar en torno a tu novela o a tu mejora de imagen como autor.

Por eso es tan fundamental una organización correcta del tiempo. Es importante que seas capaz de crear una escaleta para tu novela o de saber cómo no promocionar tu novela.

 

La maldita perfección

Si eres un perfeccionista empedernido no importa lo que te digamos desde Literup, porque creerás que nunca es suficiente. En realidad, detrás de todo perfeccionista existe un miedo atroz a la perfección. No hay nada que provoque más frustración que el intento de ser el mejor en algo.

Si has trabajado mucho en tu novela y por culpa de una mala distribución, un editor que pasa un poco de ti o simplemente mala suerte tiene un recorrido muy corto, te echarás la culpa a ti mismo.

Esto provoca normalmente que creas que eres un mal escritor y este sentimiento te queme mucho. Pero es importante que sepas que, a veces, las cosas salen así y no es porque seas malo. La suerte existe. Y el síndrome del escritor quemado, también.

 

La soledad del escritor

Por si faltaba algo, esa necesidad de triunfar que nunca llega también puede convertirte en un escritor frustrado o quemado. El éxito es algo muy difícil de conseguir y es importante que si entras en el juego de la literatura asumas que puede que nunca llegues a ser un bestseller.

Este sentimiento de “no le importo a nadie” es muy común entre los escritores noveles, independientemente de su edad. Publicar es algo muy importante, pero también puede ser un arma de doble filo. Si no obtienes el éxito que esperabas, puedes considerarlo un fracaso cuando, en sí mismo, ya es algo muy importante para todo escritor.

Todas estas sensaciones como el agotamiento como la falta de éxito pueden provocar el síndrome del escritor quemado.

 

Cómo conseguir superarlo

Recuerda seguir los siguientes pasos para dejar de ser un escritor quemado y lograr continuar tu carrera libremente y sin miedo.

1. Averigua qué te ha pasado

Es fundamental a la hora de realizar un diagnóstico (no médico, en este caso) ser sincero con uno mismo y ver con claridad qué está pasando.

Si ves que eres capaz de escribir, pero no te gusta nada o no ves futuro en las historias que estás creando, claramente estás quemado. Vuelta y vuelta a empezar.

 

2. Escribe

Personalmente, este es el consejo que siempre doy cuando me han preguntado qué hacer ante un bloqueo o síndrome del escritor quemado. Escribe, aunque lo que hagas no sea tan bueno como otros textos.

¿Por qué? La solución, desde mi punto de vista, es muy clara. Al fin y al cabo, si tu cerebro no está por la labor de escribir, tendrás que forzarlo. Solamente con palabras salen textos. Oblígate a escribir, aunque la historia no sea nada del otro mundo. Todo se arregla en el montaje, la corrección en nuestro mundo.

 

3. Cuando tú vas…

Es posible que si tienes tal grado de quemazón como escritor, seas incapaz de juntar más de cinco letras seguidas. En ese caso puede ser buena idea dejar ese proyecto.

¿Pero entonces no estás rindiéndote? Para nada. Abandonar a tiempo es, a veces, la mejor estrategia. No tengas miedo de tirar a la basura una historia que no te apasiona. Eso sí, tienes que empezar otra. Y cuando antes comiences a pensar, mejor.

 

4. Sé tú mismo/a, pero mejor

Y nunca abandones la escritura. El síndrome del escritor quemado no es más que una fase si tú te preocupas de que así sea. Es fundamental que seas constante en tu escritura y hagas por volver a los círculos literarios o presentaciones. También puedes releer tus libros favoritos, algo que te ayudará a que vuelva esa chispa.

Al fin y al cabo, el síndrome del escritor quemado tiene cura. Siempre y cuando quieras, podrás conseguir volver a ser tú mismo/a.

Síndrome del escritor quemado

Nuestra pregunta

¿Te has quemado hasta este punto alguna vez?

Author

Llovía, nací, crecí e hice Periodismo. Escritora de 'La gelba' y vikinga en mis ratos libres desde hace 27 años. En mi blog 'Adriana Tejada. Escritora', me peleo con el #RetoRayBradbury. El resto del tiempo bebo agua, vendo libros y acoso a perros. Mother of Beagles.

1 Comment

  1. Miguel Rey Reply

    Gran post. A veces tomarse unos días de descanso y despejar la mente no viene nada mal, pero sí, yo también pienso que escribiendo -aunque en principio resulte material de menor calidad o trascendencia- es como mejor se supera un bloqueo. Saludos!

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