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Adriana Tejada Cuadrado

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Todos, en un momento u otro de nuestra vida, nos hemos preguntado: “¿Qué hubiera pasado si…?”. Y, aunque en la vida real lo pasado, pasado está, en el mundo literario puede darnos mucho juego. Ucronía es su nombre y, aunque pueda pertenecer a la ficción, temedla por la realidad que habita entre sus páginas.

La ucronía más clásica apela a una posible victoria de los nazis en Europa, pero no es el único tipo que existe. Desde muertes prematuras, nacimientos que nunca existieron o separaciones de reyes, todo puede suceder en una ucronía. Si quieres escribir la tuya, no te pierdas este artículo.

Pongámonos en situación: estás acabando tu historia. Es entretenida, divertida, con un valor literario alto y un narrador en tercera persona fantástico. Pero tú quieres contar también el punto de vista de otros personajes. El efecto Rashomon será la solución a tus problemas narrativos.

Sigue leyendo y conoce todos los secretos de una técnica muy útil y bastante usada en el mundo audiovisual, pero no tanto en el literario.

Cuando asistí a mi primer curso de escritura creativa, hace ya la friolera de doce años, yo quería ser la protagonista, la guay de la clase. Esto es extrapolable a cualquier sitio en realidad. El caso es que, cuando dimos los distintos tipos de narradores, yo quería hacerme la más chula del grupo y decidí escribir un relato usando un narrador en segunda persona.

Sobra decir que es un tipo de voz muy complicada, así que lo mejor es que leas el artículo y comprendas cómo narrar en segunda persona. Porque yo, en ese momento, no entendí nada de nada. Aunque tengo que admitir que me salió un relato apañado.

¿Alguna vez has visto una película de James Bond y solamente recuerdes al villano? O, tal vez, te han parecido mejores personajes Maléfica, Scar o Hades que el bueno de turno.

No es porque te gusten más los malos que los buenos o, al menos, no necesariamente. El motivo es que son personajes más ricos y con más matices que los buenos. El autor se ha tomado mucho tiempo en crear un antagonista en la historia. Si quieres conocer algunos trucos para ello, sigue leyendo.

Cualquier cosa en el mundo es susceptible de cansar a la persona que la realiza. No importa que se trate de algo que te encanta, siempre puede agotarte. Por eso existe el llamado síndrome del escritor quemado.

Si nunca habías escuchado esta expresión o tal vez la confundes con el bloqueo del escritor, no te pierdas este artículo.

El mundo era un lugar gris hasta que llegó Amazon a nuestras vidas. No se conforman con vender de todo y hacértelo llegar con una rapidez asombrosa, resulta que también editan libros. Y si eres escritor, seguro que publicar tu novela con Amazon se ha convertido en una de tus opciones preferidas.

¿Quieres conocer los motivos de que cada día sean más los autores que publican en esta plataforma? O tal vez sea tu caso y quieres informarte de cómo hacerlo correctamente. Sea el caso que sea, no dejes de leer.

Sin  lugar a dudas, uno de los consejos que más he dado a conocidos ha sido mantener una rutina en la escritura. La pregunta suele hacer referencia al momento en que están atascados/as en una parte de la novela. Mi respuesta siempre es la misma: escribe y no mires atrás.

El tópico de las musas, artes y artistas es tan peligroso que nos ha convertido en personas que no sabemos cuándo algo debe ser una rutina y cuándo no. E incluso en seres a quienes el concepto “trabajo” frente a “inspiración” les parece algo malo. Quitémonos de tópicos, por favor, y seamos escritores civilizados.