Pongámonos a prueba y veamos hasta dónde sabemos sobre el concepto de agente literario. Si la primera imagen que os evoca esta figura es la de un ser casi divino dotado con anteojos (resulta todavía más severo) y aspecto distante, tenemos importantes motivos para seguir leyendo. Al final del artículo espero que esa imagen haya cambiado y controléis todos los mecanismos que rodean a este tipo de intermediarios.
El primer paso para ofrecer una visión auténtica de lo que es un agente literario nos lo da el propio contexto. Se sitúa como el mediador entre el escritor y las editoriales. Su función empieza con la necesidad del escritor por ver reconocido su trabajo. Aquí es donde el agente literario entra en acción para poner en el mercado las obras de sus representados y lograr con ello el mayor beneficio posible.